(Apis mellifera)
Las abejas mieleras toman su nombre del fluido dulce amarillento a marrón que fabrican con el néctar de las flores y que utilizan como alimento. Estas abejas no sólo proveen miel y cera, sino que como polinizadoras son de máxima importancia. También son responsables de una gran cantidad de picaduras de insectos, aunque muchas picaduras de las adjudicadas a las “abejas” son en realidad producidas por avispas. Las abejas mieleras tienen distribución mundial.
REPRODUCCIÓN
Hay una sola reina que oviposita en la colmena y se aparea en una sola ocasión. Es capaz de producir entre 1.500 a 2.000 huevos por día y puede vivir hasta 5 años. La reina produce muchas feromonas, la mayoría de sus glándulas mandibulares, que regulan entre otras cosas la producción de nuevas reinas e inhiben el desarrollo de los ovarios de las obreras. Las obreras jóvenes cuidan las crías, construyen el panal, proporcionan ventilación a la colmena y custodian su entrada. Las obreras mayores sirven como recolectores que juntan polen, néctar, y propóleo o pegamento de abeja. Las obreras sólo llegan a vivir de 5 a 7 semanas durante el verano pero las que emergen en el otoño hibernan. Los zánganos (machos) aparecen periódicamente y tienen períodos de vida muy cortos, por lo general unas cuantas semanas.
COMPORTAMIENTO
La abeja es un insecto social que vive en colonias llamadas colmenas, que en plena madurez pueden llegar a tener entre 20.000 y 80.000 individuos. Los adultos están representados por obreras que son hembras estériles, una reina o hembra inseminada, y los zánganos (machos) que provienen de huevecillos no fertilizados.
ALIMENTACIÓN
Tanto las obreras como la abeja reina se alimentan de jalea real durante los primeros tres días del estado larval. Más adelante las obreras cambian su dieta por polen y néctar o miel, a excepción de las larvas que van a ser reinas que seguirán alimentándose de jalea real.